Trabajo de investigación que he realizado a lo largo de 8 años con una población escolar de 215 personas, 124 chicos y 91 chicas, entre 14 a 17 años, de dos colegios de la ciudad de Barcelona.
El trabajo consistió en demostrar que, «como el cerebro se nutre principalmente de glucosa, si mantenemos un buen nivel de glucosa en sangre el rendimiento escolar será mejor».
A los alumnos se les clasificó según sus desayunos y posteriormente se les extrajo sangre dos veces en una mañana, determinándose el nivel de glucosa en la misma.
Se les pasaron unos tests de atención y fatiga mental y se comprobó si había relación entre sus resultados y el nivel de glucemia en sangre.
Los resultados concluyeron, que los alumnos que venían a clase sin desayunar, con un nivel de glucosa más bajo resolvían peor los tests a los que se les sometían, especialmente tras la segunda extracción de sangre, cuando tenían las últimas clases de la mañana.
Por lo tanto, es fundamental para mejorar el rendimiento escolar, venir al colegio habiendo tomado un desayuno rico en hidratos de carbono.